La felicidad de los bienaventurados consiste en ser todo para Dios, ser sólo suyo por afecto, obediencia y amor, actuando sólo por Dios, respirando sólo por Dios, viviendo únicamente por Él, ...

... el recogimiento da al alma fiel todos los favores, tantos como le es posible al hombre poseerlos en la tierra, y lo guarda unido a su Dios; mantiene la caridad y sobre todo enciende en él el deseo de amarlo cada vez más y de estar unido a Él en la gloria.

Palabras recogidas en el libro La Oración, de Mons. de Bresillac.

Marion de Bresillac nos habla de la felicidad de los que se entregan a Dios, de los que dejan entrar a Dios en su alma, y Él les cambia la vida.

El Papa en su mensaje para la Navidad este año, nos habla de ello.

"Navidad eres tú, cuando decides nacer de nuevo cada día y dejar entrar a Dios en tu alma." (Papa Francisco, Navidad 2015)

Cada uno de nosotros decide dejar entrar a Dios, y ese Amor que nos llena es la Navidad, porque es un amor que hace al hombre moverse para cambiar lo que le rodea.

En estos días se nos recuerda cómo de manera humilde, Jesús, nace, se hace presente el Amor de Dios entre nosotros:

"Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada." Lc 2, 6-7.

Desde esa sencillez nos invita a transformarmos, no necesitamos grandes celebraciones, tenerle presente entre nosotros es vivirle en gestos sencillos, pero valientes, que cambian la realidad. El Papa en su mensaje de este año nos recuerda qué hay que hacer por quitar de enmedio lo que nos impide verle.

"La Navidad suele ser una fiesta ruidosa: nos vendria bien un poco de silencio, para oir la voz del Amor." (Papa Francisco, Navidad 2015)

Hagamos ese silencio que permita escuchar al Padre, que permita realmente transformar nuestro corazón y, por tanto modificar, convertir lo que nos rodea.

Reflexión

Jesús hizo una entrega total para cambiar la realidad que le tocó vivir, a eso nos invita, sobre ello nos llama la atención nuestro fundador cuando habla de los bienaventurados.

¿Qué Navidad queremos celebrar?

Oremos

La felicitación de Navidad eres tú, cuando perdonas y reestableces la paz, aun cuando sufras. La cena de Navidad eres tú, cuando sacias de pan y de esperanza al pobre que está a tu lado. Tú eres, sí, la noche de Navidad, cuando humilde y consciente, recibes en el silencio de la noche al Salvador del mundo sin ruidos ni grandes celebraciones; tú eres sonrisa de confianza y de ternura, en la paz interior de una Navidad perenne que establece el Reino dentro de ti.

Una muy Feliz Navidad para todos los que se parecen a la Navidad. (Mensaje de Navidad, Papa Francisco)

Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor

SMA